ChatGPT: ¿Oportunidad o amenaza?
El Vicerrectorado de Innovación Educativa que dirige la vicerrectora Esther López Martín ha presentado hoy su Guía para integrar las tecnologías basadas en inteligencia artificial generativa (IAG) en los procesos de enseñanza y aprendizaje, un documento que tiene por objetivo dar a conocer qué son las herramientas de IAG y las oportunidades y retos que conllevan en el mundo de la Educación, además de ofrecer estrategias para que se pueden integrar en las prácticas de enseñanza y en el proceso de aprendizaje del estudiantado de la UNED, preservando en todo momento la integridad y la excelencia académica.
Sergio Martín Gutiérrez, vicerrector adjunto de Tecnologías Educativas y colaborador activo de la guía, explica en este artículo que el debate sobre la prohibición de las IAG se está volviendo irrelevante y que el foco de interés se está desplazando hacia cómo asegurar desde las instituciones un uso eficaz, responsable y ético de las mismas.
Las IAG han llegado para quedarse
“Las tecnologías basadas en inteligencia artificial generativa (IAG), como ha sido ChatGPT, han experimentado un crecimiento exponencial y una adopción masiva en los últimos meses. Desde una perspectiva educativa, estas tecnologías pueden llegar a constituir un elemento transformador de los procesos de enseñanza y aprendizaje, al igual que en su momento lo fueron Internet, Google, Wikipedia o, incluso, la calculadora. No obstante, las primeras reacciones de las instituciones de Educación Superior y de su profesorado ante la irrupción de la IAG son contrapuestas. Mientras que algunos consideran que estas tecnologías pueden contribuir a minimizar las tareas más superfluas y permitir centrarse en aquellas cuestiones más importantes, para otros representan una amenaza a la integridad académica, ya que pueden ser utilizadas de forma no ética.
Más allá de estas posiciones, lo cierto es que las IAG han llegado para quedarse y el debate acerca de su prohibición se está volviendo irrelevante. Por el contrario, el centro de interés se está desplazando hacia cómo las instituciones educativas podemos promover su uso eficaz, responsable y ético; en otras palabras, en cómo se pueden integrar estas herramientas para que sumen y no resten.
Así, a nivel internacional se está promoviendo la adopción de las IAG en instituciones educativas en cuatro fases:
1. Establecer las bases de su uso en la institución, mediante el desarrollo de políticas de uso de las IAG para asegurar la integridad académica.
2. Formación para el profesorado para que conozcan en qué consisten las IAG, su impacto en la docencia y en el aprendizaje, así como sus capacidades y limitaciones para un uso responsable.
3. Formación para el estudiantado, a través de recursos y actividades formativas que les permitan comprender los beneficios, riesgos y limitaciones de estas tecnologías y aprendan a utilizarlas como herramientas de aprendizaje.
4. Revisión y evaluación continua tanto de las políticas de uso de las IAG, a la luz de los nuevos avances y desarrollos tecnológicos, como de las nuevas herramientas basadas en IAG que pueden mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje.
En conclusión, el impacto de las tecnologías basadas en inteligencia artificial generativa en la Educación es innegable y su integración en las instituciones educativas es inevitable. A medida que estas herramientas se consolidan, es esencial que instituciones de Educación Superior como la UNED aborden este cambio desde una perspectiva proactiva y reflexiva*".
*Este último párrafo ha sido escrito mediante ChatGPT
Itziar Romera
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